Relatos de navegantes

Regata BUE – Rio de Janeiro velero Tinto – 2017

Por Luis Gimenez – Asociado 139

Reporte del Tinto final.  

Todas las «llegadas » significan el cumplimiento de un objetivo,  la llegada de la Regata a Río significa bastante más.  Significa un equipo humano consolidado, comprometido,  divertido,  satisfecho,  y dispuestos a pensar en la próxima!  En lo deportivo es una llegada especial también. Muchos días de esfuerzos,  muchas noches sin dormir,  muchas comidas de canto y muchas incógnitas sobre ésta estrategia si o ésta estrategia no.  Y todo termina en un enorme abrazo de toda la tripulación cruzando una línea,  que además es imaginaria.  En Río hay unos 15 minutos de navegación desde la línea al Iate Clube de RJ,  lugares lindos si los hay!  15 minutos que son suficientes para pasar el nudo de la garganta,  acomodarse un poco la ropa,  y volver a poner cara de regatista oceánico para llegar al muelle donde lo esperan sus colegas regatistas que llegaron antes con la misma emoción . El que cruzó la línea emocionado fue un simple ser humano abrazado a sus amigos. 

Cerrada la faz romanticona del rudo regatista oceánico nos dirigimos a nuestro muelle de destino dentro del Iate.  Muchos amigos,  muchos sonrisas y muchos aplausos nos dan la bienvenida. Es lunes y el club está cerrado,  bah el club no importa… El BAR está cerrado!! Improvisamos el festejo con champagne que casualmente había caído en nuestra heladera unas horas antes de llegar y automáticamente empezamos la durisima tarea de limpieza y desinfección!  Desde sacar colchones que venían con una semana de agua de mar,  ropa húmeda también con agua de mar,  remeras que no conocieron la caricia del desodorante en días y días,  y botas rebosantes de hongos… Todo al sol de Río, todo a cubierta.Encontramos un bar abierto dentro del club y justo servían Caipirinhas,  probamos algunas!

Dos días enteros y 4 bolsas de lavandería nos costó poner la casa en orden,  y supongo que llevará unos meses terminar de ventilar!  Parte de la cosa. 

Aquí termina nuestra Regata Buenos Aires –  Río de Janeiro 2017. Gracias a todos mis amigos tripulantes,  a los que repitieron y a los 3 primerizos que después de la primera noche ya eran uno más de este equipazo… y a todos por la compañía y por los comentarios en las redes.  
# aestovinimos 

Los que siguen son los comentarios de los tripulantes. 

Gustavo Maver 

Y finalmente prendí el habano…. Mire alrededor buscando el mejor lugar para disfrutarlo, bajo el cielo estrellado y con las luces de la Bahía de Guanabara ante mis ojos … de todas las opciones para elegir, una mejor que la otra, que ofrece el Iate Clube con su increíble magia….. sin dudar me volví al Tinto y me recosté en su cockpit. 
No puede haber mejor lugar para escribir estas palabras de cierre….Esto también lo hacemos juntos.
Una vez más el Tinto nos regalo una navegada excitante, segura y sumamente placentera. Gracias a la tripula por poner todo para llegar, funcionar y divertirse. Gracias Luis por tanto !

Eugenio Macca 
Al Tinto y su tripulación: va mi agradecimiento por participar de una buena aventura compartida.

Además de la navegada, la peripecia deportiva, y las vicisitudes náuticas, me resulta genial disfrutar que una experiencia así sólo se consigue con el esfuerzo, la compañía y la confianza de unos para otros, y que da un sabor muy particular a los contrastes entre: roscas y calmas, días y noches, horizontes y marejadas, discusiones y acuerdos, cansancios y descansos, colores y sabores.

Cuánto aprendizaje!!!

Desde ya lo extiendo a la tripula ampliada, familias, amigos y colaboradores, los que trabajaron antes, durante y después, desde adentro y desde apenas más lejos, como nuestro ángel Miguel.

Hasta el próximo encuentro, los abrazo, el Tano Macca.

Tomás Silveyra 
Bs. As. — Río: SE VA LA SEGUNDA

Pensé que no la corría de vuelta, después de lo duro que había sido la 2014, y ya había tachado el casillero de las cosas q uno se propone hacer a lo largo de la vida. Pero la náutica tiene eso raro de estar casi sufriendo en momentos y pensar, QUE HAGO ACA DE VUELTA??? sólo quienes practicamos este lindo deporte entendemos porque volvemos a caer en la trampa.
En mi caso hay un cariño especial con el TINTO y  LEG, ya q pude navegar miles de millas y regatas de lo mas variada, prendiéndome tanto con el deporte, que hasta me compré mi barco.
Otra vez la TRIPULACION fue más que excelente con las tres nuevas figuras Tocho/Martin y Nacho que varios de nosotros ni lo conocíamos. El NOVENO pasajero Miguel, que físicamente no estuvo, nos acompañó toda la regata dándonos fuerzas y compartiendo todo con nuestras familias y amigos (gracias RUSTICO). Bueno esta vez SI la regata resultó algo más tranquila respecto de la 2014, y hizo que la pasáramos 10 puntos como nos gusta a los que navegamos sobre el TINTO. disfrutando de una navegada competitiva pero por sobre todo que haya buena onda y mucha Riza a bordo. 
Renglón aparte fueron los dos lindísimos días que pudimos pasar parte de la tripulación navegando por Isla Grande…….
Gracias TINTO, GRACIAS LEG y a toda la Tripula por todos estos días compartidos

Nacho Barrenese 

En el 2006 cruce el atlántico y mi vida cambio..Tenía 25 años y estaba en un momento «trabado» de esos que todos en la vida tenemos. A la vuelta termine la carrera y todos los desafíos en mi vida empezaron a tener otro color, un tono más cerca al realizable…

La regata a Río es la mitad en millas, pero es un desafio igual de duro… es una Regata! que encima transcurre en aguas a las que muchos marineros globales respetan muchísimo (que es la forma náutica para decir «hay que cuidarse el triple»). 

Me permito enfatizar lo de Regata, porque aunque las expectativas en cada barco difieren, en todos se hace estrategia, se busca el mejor viento y el rumbo más rápido, se cambian velas a la hora y condiciones que hagan falta….y entonces es cuando las cosas se ponen,  naturalmente y de a ratos, realmente ásperas…. 

Correr a Rio es un sueño para todo navegante rioplatense, y para mi, hacerlo en uno de los veleros más lindos del Rio fue un Plus gigante.

Me subí al Tinto a una semana de partir, entre por el tambucho..! La noticia de la invitación fue una mezcla entre emoción y cagazo, un posterior café con Luis y ya estaba arriba. Me subía a un barco repleto de pergaminos y con una tripula que tiene miles de millas juntos (cuando digo «miles» no es un modismo literario, es lo que ha navegado esta gente). Dicen que los barcos tienen el espíritu de su capitán, les cuento que en el Tinto no hay gritos, y no porque no haya sangre, los gritos son solo de emoción. En el resto del tiempo reina la calma del que sabe lo que hace… es increíble. Tanto Luis como la tripula hicieron que esta aventura sea 100% disfrute…sin siquiera un segundo de preocupación. Espero que no por mucho, pero voy a extrañar los relatos de Luis, las exquisiteces de Tocho, el dress code de Toto (quien de 10 a 18knts navega de etiqueta), la anécdotas del Paya, la habilidad de Martin para sacarnos de aprietes en dos segundos, la atención paternal de Miguel y su BLU, la habilidad argumentativa del Tano para sugerir estrategia y de Maver no voy a extrañar nada, porque hace 15 años que lo quiero como viene, así de Maver…

De vuelta ahora a la vida en tierra…. donde las emociones no son ni tan vertiginosas ni movilizantes… pero por suerte tampoco lo son los inodoros.

Cabo de hornos y ventisqueros

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