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La isla de Lobos – Uruguay
Por Martín Pachiani – Asociado 111
Las islas me conmueven, quizás por su imagen de soledad y por esa atmósfera de misterio que me transportan a su historia, a un pasado que tiene que ver con la antigua navegación a vela donde estos escollos producían terror en las noches y días de niebla.
Se dice que allí habitaban las sirenas que atraían con su encanto al marino conduciéndolo a un inminente naufragio. De ahí la preocupación de señalizarlas con balizas o faros para alertar a los navegantes.
Vista aérea de la isla de Lobos – Uruguay
Los misterios de esas porciones de tierra rodeadas por mar se enaltece con la figura de un antiguo faro, que siendo centinela desde tiempos remotos está allá erguido como testigo silencioso de los acontecimientos.
Admirada por miles de turistas desde la rambla de Punta del Este o dejada por la banda con suficiente respeto por los navegantes, La isla de Lobos no es destino frecuente excepto para los pescadores y algunos pocos turistas que se acercan a bucear o nadar con los lobos ya que el desembarco esta prohibido por ser reserva natural.
Historia
La isla de Lobos fue avistada por primera vez en la expedición de Juan Díaz de Solís en 1516 cuando se la bautizo San Sebastian de Cádiz, sin embargo luego se le cambiaría la denominación por Isla de Lobos debido a la gran cantidad de Lobos marinos que allí habitaban. Fue también visitada por conquistadores, piratas y científicos; Gonzalo Coelho, Sebastian Gaboto, Fernando de Magallanes, Pedro de Mendoza, Francis Drake y el naturalista Charles Darwin a bordo del Beagle entre otros.
La isla tiene forma de círculo imperfecto, con una superficie de 41 hectáreas, tiene unos 800 metros de diámetro y esta a 4,6 millas al sudeste de Punta del Este. Su costa es rocosa y con una restinga que se extiende al Este lo que hace difícil el desembarco a menos que sea desde un bote a un pequeño muelle al norte de la isla. Del suelo rocoso aflora algo verde de la vegetación y algunos arbustos que toman la humedad de manantiales naturales de agua dulce.
Debido a los numerosos naufragios el gobierno uruguayo decidió construir un faro para la seguridad de la navegación. En 1858 se concluyo la obra, sin embargo debido a la presencia de una empresa concesionaria de loberos que protestaron aduciendo que la luz del faro ahuyentaba sus presas, el faro fue removido y trasladado donde esta actualmente el faro de Punta del Este.
Si bien continuaron los naufragios y los inconvenientes con la navegación también aumentaba la faena de lobos y las ganancias de la empresa que se oponía a la señal*.
En 1894 encallo en la isla el vapor argentino Mensajero que navegaba hacia Brasil, aunque no hubo victimas el accidente produjo gran repercusión en la prensa y el gobierno uruguayo contrato al ingeniero Víctor Benavides de la oficina hidrográfica del Ministerio de Fomento para llevar a cabo el proyecto y la construcción del faro que fue encendido por primera vez el 18 de Julio de 1906.
El faro de la Isla de Lobos es el más imponente de los faros uruguayos, esta inspirado en los refinados faros de los ingleses. Además de la luminaria este faro contaba con una sirena accionada por aire comprimido en los días de niebla. Tiene una altura de 66 metros sobre el nivel medio y emite un destello cada 5 segundos con un alcance de 22.6 millas, además tiene un sector de luz roja hacia el Este para advertir el escollo rocoso que emerge peligrosamente del agua.
Desde Julio del 2001 este faro ha sido totalmente automatizado obteniendo su energía mediante baterías alimentadas por paneles solares. Sin embargo la isla esta habitada permanentemente por una guarnición de hombres que velan por los rebaños de lobos marinos y mantienen las construcciones edilicias.
Los lobos marinos
La población de lobos de dos pelos asciende a unos 190.000 ejemplares y la de lobos de un pelo a los 13.000 individuos aproximadamente, ambas especies conviven pacíficamente entre ellos pudiendo observar la presencia de elefantes marinos, gaviotas y otras aves marinas. El motivo de esta convivencia pacifica se debe principalmente a una diferenciación en su dieta, distintas zonas de caza, diferentes épocas de apareamiento y dispar ocupación de la isla lo cual les evita una competencia directa, en el verano los espacios mas amplios son ocupados por grupos de individuos reproductores y el resto del año la ocupación territorial se amplia a todas las etapas del desarrollo.
El lobo fino de dos pelos es un mamífero pinnípedo que se alimenta alejado de la costa principalmente de anchoas, merluza y calamares. No tienen hábitos migratorios y viven todo el año en cercanía de la isla ocupando la zona rocosa y alta de la misma.
Posee dos capas de pelo, es de color gris plateado presentando tonalidades rojizas. Su hocico es en forma de punta y se observa dimorfismo sexual, los machos son más grandes y tienen el pelo del cuello mas largo y espeso que las hembras.
En Noviembre las hembras tras 11 meses y medio de gestación dan a luz a un cachorro y pocos días después se encuentran en condiciones de aparearse nuevamente.
Los machos llegan a pesar 150 kilos y a medir 1,90 metros y las hembras pesan 50 kilos y miden 1,50 metros.
El león marino o lobo de un pelo se alimenta de peces mas cercanos a la costa tales como la brótala y la corvina. Habita en la zona arenosa menos alejados del mar, algunos machos de la especie migran en grupo por algún tiempo al terminar el periodo de reproducción.
Su pelaje es de color marrón, su hocico es grande y chato con grandes fosas nasales, el dimorfismo sexual es notorio, los machos pesan el doble de las hembras y tienen una cabeza mucho más grande. Presentando las mismas características en el periodo de gravidez, el celo de las hembras se extiende de Enero a Febrero. Los machos llegan a pesar 340 kilos y medir 2,50 metros y las hembras pesan 150 kilos y miden 2 metros.
Las dos especies tienen una morfología adaptada para la natación, son lentos y parecen torpes en tierra firme pero son veloces y ágiles en el agua; su vista es muy buena al sumergirse, los sentidos del olfato y el oído son muy agudos. La reproducción es polígama, los machos dominantes tienen harenes de 6 hembras en promedio, en ocasiones es posible observar enfrentamientos entre machos por su dominio.
Los cachorros son dependientes de su madre casi por su primer año de vida alimentándose de leche materna.
Los elefantes marinos que visitan la isla en numero muy inferior pertenecen a la familia de las focas, de enorme tamaño alcanzan las tres toneladas de peso y miden hasta 6,5 metros, presentan un marcado dimorfismo sexual con la característica nariz extensible en forma de trompa que se aprecia en los machos, su pelaje duro es de color grisáceo amarillento. Estos gigantes en ocasiones aparecen descansando tanto en las costas de las playas Mansa y Brava de Punta del Este.
Tiburones
El mundo acuático que rodea a la isla es rico en fauna, en estas aguas se pueden encontrar anchoas, pejerreyes, sargos, meros, corvinas, lisas, brótalas, merluzas, rayas, caracoles, mejillones, calamares y camarones entre otros. Esta variedad de peces es un gran atractivo para los pescadores deportivos quienes hoy añoran el no muy lejano pasado cuando se capturaban grandes peces, especialmente tiburones.
Estos escualos no solo han desaparecido de Lobos sino que se están extinguiendo en el mundo por la desmesurada captura. Ya sea por las propiedades curativas del hígado, los cartílagos y por la gran demanda de aletas, las diferentes especies están siendo diezmadas. En Asia se considera a la sopa de aleta de tiburón un plato afrodisíaco de muy alto costo y los turistas pagan 100 euros la porción.
Esto llevo a la terrible modalidad de pescar los tiburones donde se los captura para cortarles la aleta y devolverlos aun vivos al mar, si bien en algunos países esta practica esta prohibida hay otros que continúan haciéndolo, entre ellos, España. Hace un par de años tuve oportunidad de bucear con una veintena de tiburones a mi alrededor, experiencia que además de dejarme maravillado por estas criaturas, me enseño el valor de estas especies para regular la sanidad de los océanos y el equilibrio del ecosistema, lamentablemente también tuve que escuchar que solo queda el 10 % de los grandes peces que había hace tan solo 40 años en los océanos del mundo, me pareció exagerado pero sin embargo lo estamos viendo.
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La Isla de Lobos es una reserva de fauna integrante del Parque Nacional de Islas Costeras administrado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca del Uruguay.
* En 1972 se otorgo la licencia a la Real Compañía Marítima para la explotación de la lobería que continuo la matanza hasta 1990 cuando se pone fin a la cacería de lobos gracias a la existencia de grupos ecologistas.
Martín Pachiani – abril 2010
Fuentes: Costas y Faros del Uruguay- García Lescano y Jorge Chouy
