Relatos de navegantes

Marisa Bianco – velero Huayra – Ua Pou – Niue – Polinesia – Etapa 6

Por Daniel Hernández – tripulante – Asociado 99

Ya llevo casi dos meses de navegación en el velero Huayra de Marisa, el recorrido por estas islas de ensueño no podría haber sido mejor, con sus buenas y malas, el resultado final es por demás positivo y estoy sumamente agradecido a la capitana por haberme permitido acompañarla en su viaje. Cuando me llegó su aviso en la Bolsa de Tripulantes de la Asociación, no lo dude mucho y solo bastaron intercambiar un par de mensajes para ponernos de acuerdo para viajar desde mi lejano Puerto Madryn, en Argentina hasta su encuentro en Ua-Pou y comenzar este viaje que calculo durará algo más de seis meses de navegación.
Gracias a todos quienes hicieron posible que se me cumpliera el sueño de navegar estas aguas!!!

Daniel en el Huayra

Daniel en el Huayra, desde Puerto Madryn a Las Marquesas!!!!

7 de julio: Marisa, en estos últimos días había aprovechado para repintar la cubierta y los rayones en las bandas, hoy en la mañana, después de mis curaciones en el hospital,  pasamos por Gendarmería por que a Marisa se le vencía la visa, allí nos contaron que no había problemas,  que ella por tener pasaporte italiano podía estar hasta dos años.
A la tarde, estábamos tranquilamente en el barco terminando algunos trabajitos para dejarlo 0 Km., cuando nos cae una inspección de Aduana, ahí nos enteramos que al que se le vencía la visa era al barco, que de permanecer más tiempo, debía hacer el cambio de bandera con el consiguiente costo y papeleo en Papeete.
Tenemos que partir urgente de la polinesia francesa, la decisión es que si me dan el alta de mis curaciones, hacemos el despacho de partida en Gendarmería como que nos vamos desde Raiateam,  he ir a Bora Bora de ilegales, vamos nosotros……no el barco.

8 de Julio: me dieron el vía libre en el hospital aunque debo seguir con las curaciones para lo cual me dieron un montón de desinfectantes  de distintos tipos, apósitos, gasas, vendas y otros elementos y las instrucciones para su aplicación.
Hacemos el despacho en Gendarmería, hoy era el ultimo día, pero ya es muy tarde para partir, pagamos en la marina y nos vamos a Hurepiti en Tahaa que nos queda justo frente al paso que cruza el arrecife de corales por el que se sale para Bora Bora, cuando llegamos son las 16.00hs,  buscamos las boyas para fondear pero no estaban más, allí había mas de 30 mt de profundidad,  no estaba para tirar en ancla, nos volvemos para Taravana donde tomamos una boya y al otro día temprano partiremos.


Bora Bora a la vista
Bora

Bora
Bora  

10 de julio: vamos todo el viaje a motor no hubo viento, llegamos después del medio día,  enseguida divisamos las boyas del Bora Bora Yacht Club, el lugar pinta lindo y hay muchos veleros, algunos que ya conocíamos de otras islas, por la tarde nos pegamos una vueltita por la ciudad, nada que ver con otras islas, muchos, demasiados locales lujosos de venta de perlas y todo más caro de lo que ya nos parecía caro hasta ahora!!!

Yacht Club
Bora Bora yacht club

vecinos
Nuestros vecinos


11 de julio: otra vez aduana, cerramos el barco y nos vamos a tierra para que no nos enganchen porque estamos como dice la canción de Manu Chao “clandestino, Argentino, ilegales”, teóricamente ya nos fuimos el 8 de la polinesia, salimos a caminar toda la mañana, trepamos al cerro, caminamos Km. y Km. para hacer tiempo, cuando volvemos ya no estaban, así que tranquis…..

Daniel, para la posteridad!!!

De Daniel para sus amigos…..

Bora Bora desde el cerro
Bora Bora desde el cerro

12 de julio: soltamos amarra para ir a otros rincones pero el tiempo estaba feo, paseamos por distintos lugares sacando fotos y volvimos al club, terminamos de fondear y otra vez aduana, otra vez a tierra, mañana tendremos que partir, si o si!!!
Nos comentaron que están buscando un barco americano, se suponía que los sábados y domingos no trabajaban pero esta tarde andaban otra vez dando vueltas, nosotros nos quedamos………..bien encerrados en la cabina, por si acaso…..

Nuestra bandera

Al final salimos el lunes 13 en la mañana, ya nos habíamos distribuido las guardias que serian de 3 hs c/u, pero de 11.30 a 13 y de 19 a 20,30 estaríamos los dos, uno atento al barco y el otro cocinando,  de esta forma todos los días se rotaban las guardias sin complicación. Cuando partimos justo entraba un buque antártico y tuvimos que esperar a que entrara para salir nosotros, yo al timón porque estaba de guardia.

Todo el viaje nos tocó con olas de hasta 3 m, pero además con un mar muy desordenado ya que teníamos olas de distintas direcciones. El viento estuvo bastante constante entre 12 y 25 nudos con algunas ráfagas más fuertes, siempre estuvo de aleta o popa,  solo de a ratos  de través o ceñida, todo esto nos obligo a realizar la navegación solo con trinquetilla y mayor y con tres manos de rizos, la distancia a cubrir era de 557 millas en un línea recta que unía Bora Bora con Rarotonga, solo había dos o tres islas en el camino,  de las cuales pasaríamos a unas diez millas, como cuando las cruzamos era de noche,  no las vimos. 

pescado
Dorado

Tardamos 5 días a un promedio de 4,5 nudos. En el trayecto pescamos un dorado de unos 5 o 6 kg  y un par de noches nos cruzamos con barcos, después la única novedad fue el frío,  bajamos de latitud 16º a latitud 21º, el uso del traje de agua fue permanente por los rociones de las olas, el andar sobre cubierta siempre con el arnés,  todo el día y andar a los golpes por el baile que nos daban las olas, hacer la comida y comer era toda una historia, para cocinar o lavar los platos tenias que estar atado ( con una tira puesta de ex profeso), para comer,  lo mínimo sobre la mesa y cuando tomábamos sopa o té o bebidas,  siempre media ración porque se escurría de los platos o vasos.

El aseo pasó a un tercer término, siempre estábamos cansados, no solo por dormir de a ratos sino por el esfuerzo de hacer equilibrio constantemente, así que cuando no estabas de guardia estabas durmiendo, una vez cuando me acosté y me saque el buzo, tuve que ir a cambiarme la remera porque no me aguantaba el tufito….pufff

Por el resto,  el viaje fue bueno y rápido, el puerto aquí en Rarotonga es muy chiquito y todos los veleros atracan de popa, menos nosotros que lo hicimos de proa porque el lugar era tan estrecho que Marisa no se animó  a  virar el barco para entrarlo de popa por temor a golpear a los otros veleros, realmente fue muy complicado porque nos sorprendió como teníamos que atracar y no estábamos preparados, el ancla de popa no tenia puesto el cabo de fondeo ni el boyarín, así que nos metimos de proa y frenamos con el motor, cuando estábamos cerca salté al muelle para amarrar el cabo y volví de un salto al barco para sacar el gomón,  inflarlo,  tirarlo al agua,  preparar el ancla de popa,  llevarla en el gomón y fondear……. mientras tanto,  tratando de que el barco no se golpee con los vecinos ni contra el muelle…..
Terminamos refundidos así que almorzamos algo y nos tiramos a dormir un rato.

Recorriendo

A la tarde fuimos a hacer los trámites pero todo estaba cerrado por ser sábado, como encontramos una telefónica abierta, llamamos por teléfono a los nuestros para avisar que habíamos llegado bien, no les conté, …….el miércoles alguno de los dos, en  las sacudidas enganchó el cable del micrófono del BLU y nos quedamos sin la comunicación que hacemos diariamente al medio día con Miguel, el radio-operador de nuestra Asociación.

El lugar fue toda una sorpresa, porque pensábamos que era una islita perdida donde habría un pueblito chiquito y resulto ser un centro turístico, si bien chico, pero con una ciudad bastante grande con todo tipo de cosas, muchos bares, bolichitos de comidas y  restaurantes, como descubrimos uno con tenedor libre por 15 u$s a la noche fuimos, era de comida hindú, estaba buena pero comí demasiado, veníamos medio hambreados.
Les cuento que desde que estoy viajando perdí todos los kilitos que tenia demás (7), ahora estoy en mi peso ideal, no mas pancita, bueno faltaría hacer un poco de abdominales pero….

19 de julio: cerca del puerto está la Catedral, aquí hay dos misas,  una a las 9 en maorí y otra a las 10 en ingles, como en las dos se me iba a complicar con el idioma preferí la maorí, por sus cantos y para ver a la gente típica de aquí, aunque por lo que se ve la población es en su mayoría de descendencia blanca.

El templo como la mayoría de los que fui en la polinesia son de planta octogonal con grandes techos de madera, a diferencia,  esta tenia vidrios en las ventanas, aquí refresca más que allá, que necesitaban la mayor ventilación posible. Aquí también tienen muchas tallas en madera, tanto en la de Bora Bora como aquí el sagrario lo tienen en un gran tronco de árbol. No hubo mucha gente en su mayoría adultos y chicos y algunas pocas chicas adolescentes, por lo que entendí del mensaje final del cura que lo hizo en ingles parece que están desarrollando un programa para volver a atraer a los feligreses.

Los cantos y sus cantantes fueron muy lindos y como con un proyector ponían el texto sobre una pared, podías seguir la letra de la canción, y de a ratos cuando tomaba en ritmo de la misma hasta me anime a cantar un poco. En la polinesia francesa el o los sacerdotes entran acompañados de acólitos adultos, aquí,  lo hacían con chicos y chicas como  monaguillos.

En el puerto somos 8 veleros, hay varios americanos, un ingles y otros de Nueva Zelanda y bueno,  nosotros de Argentina, muchos de los navegantes que he ido conociendo en este viaje hablan algo de castellano, porque han estado de paso algún tiempo en países de Sud América, así que medio chapuceando algo en castellano y otro poco en ingles más o menos he logrado comunicarme.

vista

Cuando estábamos en la telefónica conocimos un mejicanito de 21 años, muy simpático que andaba de paseo por estos lados, otro trotamundo, a la tarde vino a tomar unas cervezas al barco, pero término medio mareado por el rolido, no logro tomar ni media.

No fuimos al súper porque actualmente estamos haciéndole el mantenimiento a la heladera que había tomado cierto estado deplorable por el cual cuando la abríamos perfumaba el barco con un aroma no muy agradable. De todas formas fuimos a recorrer negocios y si en la polinesia las cosas nos parecían caras aquí salen mucho mas, como parámetro los cigarrillos salen 10 u$s cada paquete de 20. Lo que si encontramos algunos bolichitos donde se puede comer barato por unos 8 a 10 u$s c/u si uno no tiene demasiadas pretensiones.

También estuvimos haciendo los trámites de ingreso, con la desagradable sorpresa de que hay que pagar la amarra unos 29 u$s por día y cuando no vamos 55 u$s por persona para poder irte, el servicio solo incluye estar amarrado y una canilla de agua, las duchas se pagan a parte.

Descubrimos un montón de lugares muy interesantes, como el Auditórium, la universidad, el cementerio, museo, bibliotecas, etc. Como hoy salí sin la cámara mañana tendré que hacer el recorrido nuevamente para sacar las fotos. Por la tarde cambié una llave de paso de uno de los tanque de agua que se rompió en el viaje y perdimos todo el líquido…….con lo que lo cuidamos!!!, nunca sabemos si en la próxima isla podremos reponer, aquí afortunadamente había pero la información que nos habían dado era de que no habría posibilidades.

La población de las 15 islas que forman las Cook es de menos de 13.000 habitantes, pero la mayoría parece que están aquí, estuve leyendo en una publicación que en algunas hay menos de 50 personas, otras son reserva natural toda la isla con acceso restringido, hay otra isla Aitutaqui que es la que tiene las mejores playas en su laguna y que está muy desarrollada turisticamente, a la mayoría se puede ir en avión desde aquí o en ferry, este ultimo para ir hasta Aitutaqui sale 450 u$s.
El colectivo para dar la vuelta a la isla, que son 32 km, sale 7,5 u$s pero si te queres bajar sale 15, como vimos unos avisos de alquiler de autos a 33 u$s por día vamos a ver qué pasa

Este puerto además de chico no te protege nada del viento y de la ola del norte, desde anoche que estamos en un sube y baja, evidentemente me he amarinado mucho en los últimos tiempos porque a pesar del baile no me estoy mareando. Por la tarde tuvimos que reforzar las amarras y tirar otra ancla más por popa, el viento está fuerte y  empezó la lluvia, justo que había lavado la ropa, Marisa me carga porque ella mando la suya al lavadero (12 u$s) y se la trajeron sequita y calentita. Yo sigo con el problema de no poder sacar efectivo del cajero (No, no es por falta de plata, en la cuenta hay,  pero no se cual es la historia con la tarjeta……..:(

La lluvia sigue pero artos de estar en el barco nos pusimos los trajes de agua y nos fuimos a caminar, llovizno casi todo el día, a la tarde nos dieron el micrófono reparado, pude sacar las fotos del centro cultural. Aquí en el puerto estamos como sardinas, si bien se fue un velero anoche llegaron dos, otros dos esta mañana y uno hace un rato, ya somos once, ni les cuento el despelote que debe haber con las anclas.

Bueno la cosa hoy se puso mejor,  llegaron otros tres veleros tuvimos que movernos todos, corriendo anclas y amarras, lo que si hice muchos sociales y empecé a recordar mi ingles. Por suerte hoy salio el sol aunque con mucho viento, todos los que han ido llegando se quejaban del baile que les dio las olas y el viento

Mañana partimos para las islas Cook, si allí hay Internet les cuento como fue todo, calculamos una semana de viaje,  son casi 600 millas,  dependerá del viento
en caso de no haber Internet la próxima será desde Vaanatú,  en las islas Tonga que son casi 800 millas más,  calculen otros 10 o 12 días

28 de julio: hay muchas cosas que hacer antes de partir. A las 7.30 ya estoy desayunado, como me queda poca yerba, ya hace un tiempo que no tomo mate, lo guardo para alguna ocasión especial. Hay que trabajar, ultima lavada de pilchas, llenar los tanques de agua y los botellones, sacar los toldos, despejar la cubierta, desconectar la manguera, hacer las compras de alimentos frescos, una última duchita de agua caliente antes de entregar la llave del baño del puerto, hacer los trámites de la partida y pagar la estadía (28 $NZ por día unos 20 U$s) y el permiso de salida (55 $NZ por persona). Otro velerita me avisa que a las 14 hs viene el camión del combustible que es más barato (1.55 $nz/ litro contra 2.28 en la estación de servicio).

Mientras esperamos esto, se nos sumo otra tripulante, una chica neozelandesa, otra vez a hacer los papeles y yo a despejar parte de mi placar para que ella ponga sus cosas. No habla nada de castellano así que me forzara a practicar mi ingles.
Como a las 16:00 estamos listos para partir, con el gomón levanto el ancla chica (15 kg) que no tiene cadena, soltamos todos los spring y pasamos un cabo de ida y vuelta por proa, que voy soltando a medida que en la popa recobran el del fondeo, por suerte no esta enredado con ninguna otra ancla, se puso pesado porque son 20 kg más la cadena.

El mar está igual que cuando llegamos, muy revuelto, grandes olas y además el viento flojo, como a la nueva tripulante no la conocemos,  las guardias nocturnas las hacemos con Marisa en turnos de 3 hs. Por la tarde del miércoles pescamos otro dorado aunque un poco más chico. Como el tiempo sigue igual, tenemos mucho baile, parece que cada grupo de olas tocan su propio ritmo de zamba y no se ponen de acuerdo con las otras y el velero no sabe con cual bailar así que nos sacude de un lado a otro.
En la partida acomodando el ancla en proa me comí varias olas y tome frío, no pude terminar de preparar  la cena me vi obligado a salir a tomar aire y en un momento que quede solo en el copic  aproveche para tirar por la borda de sotavento todo lo que tenía en el estomago, después de eso me recompuse y a l dejar la guardia a las 12 de la noche pude cenar sin tener consecuencias.

La nueva tripulante se mandó una de las suyas….. la 1º noche que la dejamos de guardia desconfiguró el piloto automático de la cabina, por suerte el control del copic siguió funcionando, el viernes por la tarde el viento se murió y como las olas nos mataban pusimos el motor, por suerte 11 hs después en mi guardia de la madrugada regreso así que seguimos a vela.
Ahora hay demasiado viento, el anemómetro marca cualquier cosa,  cuando el viento supera 20 nudos, por el ruido del eólico y su indicador de carga de las baterías nos da la pauta de que supera ampliamente los 25 nudos.

De la travesía esta fue la más difícil, el mar siempre estuvo revuelto y el viento casi siempre de popa o aleta, uno de los grupos de olas eran bastante altas, parado en el copic tenía que mirar para arriba para ver las crestas, algunos dirán que no hace falta que sean muy altas para eso, pero sumando mi 1.69 más 0.55 de la altura al piso del copic, las crestas estaban a más de un metro por sobre mi cabeza.

La velocidad variaba en las trepadas de las olas íbamos de 3 a 4 nudos y en las bajadas de 7 a 10. En tres ocasiones en las barrenadas el barco se cruzó y se nos inundó el copic, en esos momentos me acordaba de  las películas de la Volvo cuando a las tripulaciones les pasaban las olas por encima.

La última noche la pasamos despiertos nos acercábamos a la isla y el rumbo no nos daba, como a las tres de la mañana trabuchamos la mayor pero debido a unas desinteligencias  tal vez por el estado de sueño) terminamos haciendo varias maniobras de más.
Lo peor de todo era la lluvia o llovizna casi constante, el traje de agua siempre chorreaba, cuando bajaba a la cabina era una chanchada, había  armado un tendedero entre mi cucheta y el baño. Adentro andábamos a los golpes todo el tiempo y costaba dormir por los sacudones, todos estábamos con los violines puestos en las cuchetas. Por suerte al llegar había boyas libres, aquí encontramos entre veleros y catamaranes unos 12 barcos, algunos de ellos ya conocidos de otros encuentros.

Para no extrañar a Puerto Madryn, en Argentina,  unas horas después de arribar nos visitaron unas ballenas que rondaban el barco. Katy la nueva tripulante, cuando las vio agarro el snorkel y las aletas,  se saco la solera que tenía puesta y se tiró al agua a nadar con ellas.

Comentario de Marisa sobre la sucedido con las ballenas: “…comimos algo y nos dormimos hasta eso de las 4 de la tarde,  cuando  finalmente asomamos la cabeza  y vimos al lado del barco dos ballenas que se paseaban tranquilas, Kathlen sin dudarlo agarró sus patas de rana y se tiró al agua, no puedo explicar la emoción de verla al lado de las ballenas, estuvo como una hora con ellas que le nadaban alrededor, subían y bajaban, le mostraban la cola en unos saltos de lo mas elegantes, todo sin jamás tocarla, cuando salio del agua porque tenia frío, las ballenas siguieron cerca del barco, como si la estuvieran esperando, fue espectacular, lamenté no haber tenido el coraje de imitarla, pero disfrute muchísimo viéndola a ella….»

Niue es un isla chica de unas 12 millas de norte a sur y unas 8 de este a oeste, es un estado independiente asociado libremente a Nueva Zelanda al igual que las Cook y las Tongas, está muy aislada lo más cerca está a 300 millas, no es muy alta solo 60 m y en el centro está la depresión de lo que fue la boca del volcán a unos 30 m sobre el nivel del mar, es casi una meseta.

Niue
Niue

08 de agosto: llovió todo el día, como las olas nos hacían muy inconfortable la permanencia en el velero, desde temprano nos refugiamos en el club al igual que otros veleristas. Por la tarde llovió fuerte y el chinchorro se lleno casi hasta la mitad de agua, después de desagotarlo fuimos al velero Coronando de Andy y Linda, unos ingleses que conocimos en las Cook, a tomar algo y despedirnos porque ellos partían al día siguiente.

09 de agosto: como todos los días desde que llegamos la llovizna nos acompaña. Con Linda vamos a misa a una iglesia que queda a unos dos km., es chiquita  y muy sencilla, los feligreses fueron pocos pero nos recibieron muy bien y nos hicieron firmar el libro de visitas. Como el techo era de chapa pelada la acústica no era muy buena pero los cantos si lo fueron, como el sacerdote había viajado,  un ministro hizo la celebración de la palabra y administro la eucaristía. Cuando salimos una señora se ofreció a traernos al puerto y al llegar nos regaló una bolsita de tomates y morrones que aquí no son fáciles de conseguir.

cristalina

Niue

Al mediodía el Coromando y el Camelot partieron hacia Tonga, es probable que los volvamos a encontrar. El resto del día fue tedioso por la lluvia.
Con un día así, se me dio por filosofar sobre que es lo que me gusta de esta vida de navegante y si realmente lo sé?

Pasear, conocer nuevos lugares, hacer nuevas amistades, los paisajes, los atardeceres y amaneceres, todo eso es fabuloso, pero también están los días aburridos y una incontable cantidad de horas ociosas, los trabajos en el barco son una necesidad para tener el velero en condiciones y los días de navegación con sus cuotas de esfuerzos y cansancio forman parte de la aventura. En todas esas horas pérdidas sin hacer nada,  he leído de todo y hasta en portugués que nunca lo había hecho, he estudiado meteorología, astronomía y  cuanto se me cruza,  a Borges, porque aquí en el barco están las obras completas.

Los días en puerto a la espera de que se den las condiciones meteorológicas,  es la parte mas pesada, será quizás que soy culo inquieto y el estar haciendo nada me pone mal.
Me urge ir a nuevos lugares, pero quiero compartirlos y que no sean solo para mi, no compartir esta belleza no tiene gracia, de aquí la necesidad de escribir (cosa que nunca tuve) y de sacar fotos (esto siempre me gustó), quizás si el viaje lo hubiera hecho con mis amigos no tendría estas necesidades. Que quiero hacer?…. bueno si la plata no fuera un problema,  esta no es una mala vida, pero siempre es un problema, así que en algún momento se tendrá que terminar.

10 de agosto: alquilamos un auto y con Marisa salimos a recorrer la isla, me costó adaptarme a manejar del otro lado (aquí es como en Inglaterra) con el auto al revés y para colmo con caja automática que nunca había usado.
Los lugares que encontramos son realmente increíbles, cada parada era una sorpresa, en algunos para llegar a la costa caminamos hasta un Km. por senderos en medio de  bosque muy espesos y umbríos.
El principal protagonista aquí es el agua, con su transparencia, sus colores debidos a las distintas profundidades, su fuerza y el resultado de su trabajo a través de siglos que moldearon el paisaje con cavernas y murallones.
Al regresar al barco a la noche descubrimos que Katy había decidido abandonarnos y se había pasado a otro velero.

cavernas

Cavernas

interior

Interior de una caverna

11 de agosto: hay que hacer los papeles en Migración por el cambio de Katy, después aprovechando que aun tenemos el auto vamos a cargar combustible y otras provisiones para el barco. El pronóstico meteorológico nos da mucho viento hasta el sábado, habrá que esperar para partir a las islas de Tonga. Ayer habían llegado cinco veleros y hoy están llegando dos más, varios de ellos eran conocidos y fue agradable reencontrarnos.
Los veleros siguen llegando y son pocos los que se van,  ya somos 19 barcos y las boyas tán solo 16……

Las heridas en la pierna derecha se me fueron curando y aparecieron otros más chicos que con desinfectante y cuidado se fueron curando, pero ayer uno creció, así que hoy   fuimos al hospital, se ve que no puedo dejar de conocerlos. Este es muy nuevo porque con el huracán del 2004 había desaparecido el viejo que estaba en la costa. Todos los nuevos edificios públicos los han hecho hacia el centro de la isla, por suerte pasamos por la policía a preguntar por donde ir y ellos nos llevaron, estaba a 6 km. Pasamos por el aeropuerto, edificios públicos y la cancha de golf  con sus ondulaciones, link y palmeras creo que tiene 5 o 6 hoyos, se veía muy agradable para pasear por ella…….para jugar no tengo ni idea!!

En el hospital después de un chequeo previo el doc me dijo que no me habían curado bien la vez pasada y previa anestesia local procedió a hacerme una mini cirugía en la pierna para sacarme la infección, nuevamente a los antibióticos y demás. Aquí no hay farmacias ni otra cosa que no sea el hospital, me dieron los remedios pero solo las dosis que me receto el doc. Por supuesto que tuve que pagar todo porque no tienen convenio con assiscard.
Hoy fui a la curación, ayer el doc. me había hecho un tajo y después de limpiarme me dejo una gasa adentro, hoy me la saco sin anestesia y después me metió la punta de otra, no solo fue la impresión sino también que dolía, pero la herida está mejor que ayer. Vamos a tener que quedarnos 3 o 4 días más!!!

VUELTA AL MUNDO – MARISA BIANCO – PARTE 7 – CLICK AQUÍ

Cabo de hornos y ventisqueros

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba
error: