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La vuelta al mundo del velero Cibeles – Maribel Arevalo – Julio Coscolla – ADAN
EntrevistasRelatos de navegantes

La vuelta al mundo del velero Cibeles – Maribel Arevalo – Julio Coscolla

Julio Coscolla – Asociado 157

Esta pareja de navegantes fueron de los pioneros en España en construirse su propio barco, el Cibeles es de acero y lo montaron en Calpe. En el año 1985 partieron de Valencia con mucho tiempo y con ganas de disfrutar de cada nuevo lugar, así es como se instalaron en algunos puntos de la ruta. En Canarias permanecieron durante tres años, una vez cruzado el Atlántico, arribaron a Bahía en el Brasil recorriendo sus costas, luego subieron al Caribe. En Cuba estuvieron otros cuatro años, pasaron un tiempo en Miami, cruzaron el canal de Panamá y recorrieron durante un año la costa del Pacifico de Panamá y Costa Rica. En abril de 1999 se fueron al archipiélago de las Galápagos, donde durante cinco años navegaron de isla en isla por el océano Pacifico.

El Cibeles rumbo a la Argentina
El velero Cibeles navegando en Calabria, Brasil

Se quedaron durante seis meses en Nueva Caledonia y año y medio en Nueva Zelanda. En el Sudeste Asiático permanecieron durante más de dos años, estaban en la isla de Phuket cuando sucedió el tsunami el 26 de diciembre de 2004, no tuvieron problemas gracias a que el Cibeles se encontraba en una parte resguardada de la isla.

Por el canal de Suez pasaron al Mediterráneo y el 4 de septiembre de 2005, luego de veinte años, entraban en el puerto de Oliva, en Valencia, completando la vuelta al mundo con el Cibeles. Al poco tiempo, subieron a tierra el velero y le hicieron una reconstrucción completa y a fondo. 

Templo de Ankor Vat, Camboya
Templo de Ankor Vat, Camboya

Al finalizar los trabajos de rediseño de los interiores, partieron de nuevo para Las Palmas de Gran Canaria, con dirección a Cabo Verde, cruzaron nuevamente el Atlántico, una vez al otro lado del Océano Atlántico, visitaron detenidamente la costa de  Brasil asi como Uruguay para llegar hace unos meses, (marzo del 2010) a la Argentina donde se encuentran en este momento,  en una amarra del Yacht Club Centro Naval, en la sede de Núñez.

Corcobado desde el pan de Azucar, Brasil

Corcobado desde el Pan de Azucar, Brasil

En la Asociación de Navegantes, a través de mails, desde hace tiempo venimos comunicandonos y siguiendo los distintos itinerarios del Cibeles, hemos realizando contactos con Maribel y con Julio e intercambiando comentarios, direcciones y teléfonos de amigos comunes, así es como pudimos reunirlos, hace pocos días,  con Joao Sombra del velero Guardian, el navegante brasileño que está dando su……segunda vuelta al mundo. Joao estuvo en estos días de paso por Buenos Aires, escala obligada entre Nueva Zelanda y Rio de Janeiro, donde Joao dará una Charla en el Rio Boat Show 2010, en la Marina da Gloria. Ellos se conocen desde el año 2004 en Puket, donde sufrieron el tsunami que dejara tantas victimas. El Cibeles se encontraba a sotavento de la isla y el Guardian en el varadero, luego de esa experiencia se han vuelto a encontrar en distintos lugares del mundo.

Julio, Joao Sombra y Átila, hijo de Joao

De pesca en Khor Nawarat, Mar Rojo, Julio, Joao Sombra y Átila, el hijo de Joao 

Invitamos a Joao Sombra e hicimos una reunión que recordaremos por mucho tiempo por los comentarios de estos experimentados navegantes a los que les sobran las anécdotas y las experiencias comunes en tierras y mares tan lejanos.

Julio, Maribel, Joao Sombra, Luis y Martín Pachiani

En Saavedra, Buenos Aires, Julio Coscolla, Maribel Arevalo, Joao Sombra, Luis García Monsonis y Martín Pachiani 

ENTREVISTA

Gracias a la amabilidad, tanto de Maribel como de Julio hemos podido tener un momento muy placentero ya que estos experimentados navegantes se prestaron muy amablemente a respondernos algunas preguntas sobre sus experiencias, las que trascribimos aquí.

Por Luis García Monsonis

Maribel Arevalo y Julio Coscolla

Julio Coscolla y Maribel Arevalo

ADAN – Como se iniciaron en la navegación?
Julio – Nuestro primer velero fué un 470; con un Seat 600 y un remolque, recorrimos algunas costas de España. Los primeros pasos serios fueron con la Asociación francesa de Glènans que navega por el Canal de la Mancha. En realidad, el Cibeles fué nuestro maestro para casi todo.

A – El Cibeles, Maribel y Julio han formado una simbiosis perfecta?
M – Es la mejor asociación que hemos conocido. Los trabajos están bien definidos y aunque los dos participamos de todo, siempre hay preferencias. Julio no tiene demasiadas aptitudes para hacer la cama y a mi no me gusta mancharme las manos de grasa.

En la proa del Cibeles

Maribel y Julio navegando con el genaker en Thailandia

A – Que les decidió “autoconstruirse”  el Cibeles?
J – En aquella época la adquisición de un velero era inaccesible. Siempre pensamos en la construcción amateur como solución. Cometimos muchos errores pero, a lo largo de años, también hemos visto barcos impresentables construidos por profesionales.

A – Cuanto tiempo les demandó la construcción, materiales, costos…
J – El barco se construyó al aire libre en un solar prestado por un amigo. Nuestra única experiencia era “visual”, tras años de proyectar construir un barco y nuestra formación técnica.
Los trabajos se prolongaron durante dos años; en año y medio el barco estaba en el agua y en seis meses más, los mástiles construidos y navegando.
Nuestras jornadas de trabajo eran de 10 a 12 horas. El casco es de acero naval de 4mm y la cubierta de 3. Los interiores han ido modificándose a lo largo del tiempo en función de nuestras necesidades.
Teniendo en cuenta que cada pieza del barco salió de nuestras manos, es difícil calcular los costos, y más aún, pasarlos a la moneda actual.
Haciendo algunos cálculos se podría valorar el costo de realización, incluyendo solo materiales en
40-45 meses de salario de un trabajador medio.

El Cibeles en su primer etapa

El Cibeles en su primera época

A – Más de 20 años, es una vida navegando, podrían contarnos en qué los cambió el navegar respecto de los terrestres?
M – Nos enseñó a ser tolerantes con las gentes y costumbres tan diferentes que se conocen, a valorar la generosidad desinteresada de los más pobres, que han sido mayoría a lo largo de  años. Y a disfrutar de las cosas sencillas.

A – Elegir este tipo de vida implica una muy importante decisión de principios y modos de vida distintos a los habituales?
J – No nos fué muy difícil ya que nunca nos sentimos atrapados por la forma de vida habitual.
La alternativa de construir un velero y viajar colmaba nuestras expectativas de una vida diferente, con otros valores. Con el  tiempo hemos podido comprobar que no nos equivocamos ya que las experiencias vividas superan con creces los malos momentos que hayamos podido pasar.

A – Algo como tener más tiempo que dinero y más libertad que esclavitud
M – En el fondo se trata de eso, casi exclusivamente. Pero nada es gratuito, cada minuto de libertad tiene su precio, conlleva trabajo, atención al barco y renuncia a otras cosas.

Todo el tiempo para ellos.....

 Isla de Ko Rok Not, Thailandia

A – Soltar amarras se trato de un sueño que perseguían, un sueño imposible?
M – Nunca lo consideramos imposible, cada vez surgen dificultades diferentes y, una vez tomada la decisión, todo puede hacerse.

A – Que tiempo les llevo soltar amarras?
J – A lo largo del tiempo se han ido tomando decisiones apropiadas para cada ocasión, sin definir proyectos a largo plazo. Las diferentes etapas de viaje fueron surgiendo a medida que íbamos avanzando, así ocurrió con el cruce del Atlántico, el Canal de Panamá y después había poco que pensar: teníamos el Pacifico por delante.

A – Tener el Pacífico por delante debe ser algo especial                                                     
M – Realmente, muy especial, es verdaderamente enorme, diferente, inquietante. Un mito.

A – Como manejan la lejanía con las familias y amigos?
J – Siempre contamos con el apoyo de nuestra familia que se sintió en todo momento solidaria con el proyecto. No existían las facilidades actuales de comunicación, pero nos manteníamos en contacto con llamadas, cartas y vídeos. La BLU nos ayudó a través de La Rueda de los navegantes a mantener la comunicación a menudo.

Los amigos en la partida

Los amigos de la Taberna del Puerto en la partida

A – Regresan  seguido a Madrid?
J – Maribel, lo ha hecho casi todos los años, yo no tan a menudo, procuro evitarlo.

A – Se adaptan a la vida ciudadana “común” o definitivamente seguirán navegando?
J – Pasan los años y nuevos objetivos aparecen. Ahora, entre otros, ha surgido una casa que tenemos que reparar en las proximidades de Madrid…

A – Que  planes a futuro tienen….
M – Nunca nos gustó hacer planes a largo plazo, para no tentar a los dioses.
Los proyectos se van concretando con el tiempo. De momento disfrutamos de Argentina y de su gente. Tenemos una deuda pendiente con Sudamérica de la que sólo conocemos una parte.

A – Han notado cambios al pasar al sur de Rio Grande do Sul?
J – Después de meses en Brasil, el mar vuelve a ser mar. Y hay viento. Extrañamos profundamente el color de las aguas y la pesca.

A – Llegar a Buenos Aires será solo una escala más hacia el sur?
J – Como en el teatro, no se comentan los estrenos. Trae mala suerte adelantar acontecimientos.

A – Han pensado en el cabo de Hornos como un objetivo a cumplir?
J – En estas latitudes, cualquier navegante mira hacia el Sur, aunque sólo sea para vigilar al ¨Pampero¨….

A – Los navegantes buscan su Cabo de Hornos?
J – Las dificultades llegan por sí solas, hay que prepararse bien para ir a buscarlas.

A -Muchos cruceristas buscan lugares nuevos y comentan”…basta del Caribe….”
M -Y tienen toda la razón, se ha hecho tarde para ir al Caribe. El chárter y la situación geográfica y la tecnología lo ha masificado, aunque aún deben quedar lugares por descubrir.

A – Cuales son los lugares que más los ha impresionado.
M – Son muchos los lugares. El buceo y la pesca en Nueva Caledonia supera con distancia al de cualquier lugar, y ésa es una actividad muy necesaria. El Mar Rojo no le queda atrás…La entrada por la pasa de algunos atolones cuando las circunstancias se complican; con cinco nudos de corriente ola encontrada y viendo pasar los corales bajo el casco es toda una experiencia. Los atolones Minerva, en el Pacífico, a cientos de milla de cualquier isla, territorio casi inexistente, que no pertenece a ningún país y con pesca y fondos inigualables.
J – La llegada a la Bahía de Hanavave, en Fatu Hiva, Marquesas, después de 24 días de navegación es la culminación de un deseo y un regalo para la vista.

A – La pesca es parte importante en la dieta del Cibeles?
M – Hacemos lo posible por que lo sea, hay en España una gran tradición de comer pescado, la mejor proteína que existe. – Pescamos con todos los medios posibles, hacemos conservas, y lo recordamos con nostalgia; sobre todo nuestro gato.

A – La ciguatera es de cuidado en todos los mares, uds. la tienen en cuenta?
J – La hemos sufrido en varias ocasiones por nuestra culpa, por bajar  la guardia dejándonos llevar por…la gula.
Hay que respetar las advertencias respecto al tamaño, teniendo en cuenta que es acumulativa. En Nueva Caledonia la tuvimos en dos ocasiones y lo pasamos mal.

A – En que parte del mundo se quedaron más tiempo?
M – Hemos disfrutado, y a veces no tanto, de largas estancias en diferentes lugares:
Islas Canarias, Cuba, Estados Unidos, Panamá, Nueva Zelanda y Sudeste Asiático.
Quizás N. Zelanda sea el que nos trae más gratos recuerdos.

 Glaciar Franz Josef, en Nueva Zelanda

  Glaciar Franz Josef, en Nueva Zelanda

A – Muchos navegantes tienen muy buenos recuerdos de sus navegaciones en N. Z. que los hace especiales.

J – N. Zelanda, por su proximidad al Sur, tiene una meteorología difícil, alcanzar sus costas es un regalo. Sus paisajes, la gente, los precios y la seguridad del país no tienen igual.

A – Nunca pensaron cambiar al Cibeles por otro barco?
J – El Cibeles siempre estuvo a la altura de las circunstancias, a menudo más que nosotros. Nos ha permitido realizar nuestros proyectos. Además de un buen barco es una buena casa.

A – La última reforma del Cibeles a sido muy importante, en que consistió?
J – En reconstruirlo totalmente, vaciando el casco casi en su totalidad, rehaciendo interiores, instalaciones, tanques, maniobra, cubierta. En suma, casi peor que hacer uno nuevo.

El Cibeles con su nueva imagen

El velero Cibeles luego de la reforma

A -A donde volverían con más entusiasmo?
M – Sin duda alguna, el Pacífico en toda su extensión.

sla de Langkawi desde el teleférico, Malasya

 Isla de Langkawi desde el teleférico en la Malasya

A – Marivel, Julio, muchas gracias por la paciencia, por vuestra amistad y que podamos tenerlos en nuestro club por largo tiempo, tanto como hasta que añoren mucho navegar nuevamente.

Cabo de hornos y ventisqueros

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