Relatos de navegantes

Mi primer salida en mi nuevo velero

Por Martín Stern – Asociado 88

Después de cuatro años y meses vuelvo a salir en solitario en mi nuevo velero, para muchos será algo más, para mi, que navegar es casi una adicción era algo que necesitaba, el sentirme comunicado con el barco, las velas, el viento, controlando el rumbo y cada tanto desconectar el timón eléctrico para hacer alguna maniobra manual.
El haber tenido que vender el Duende, nuestro primer velero cabinado, me destrozó, sobre todo por la dedicación y sueños que había puesto en él.
velero.bagual
Velero Bagual navegando en San Isidro, Argentina
Algunas veces pude darme cuenta que el Duende, era solo la excusa, el tema era yo, siempre había sido yo, sin embargo me acompañó casi diez años en esto que fue aprender a navegar de crucero, incorporando cosas que creía olvidadas.
En este tiempo que no pude navegar a vela, vi y sentí otras cosas en el agua, tuve otra manera de relacionarme con ella y ciertamente no fue siempre fácil, pero la conclusión de ahora es que salí enriquecido, en todo sentido.
Así es que comencé a remar en estos años como loco en kayaks, en esos botecitos que en mi vida me hubiera subido, tal cual lo expresan por su cuenta muchos amigos veleristas, pero no me quedaba otra opción….. para seguir en el agua, manejando mis tiempos, manteniendo los ritos del silencio y mi espacio personal, remar………valió la pena!!!
Remar en familia
Para los kayakistas, no era uno de ellos y ahora para los veleristas tampoco, sin embargo creo saber de todo e integrar las dos herramientas que uso para navegar, kayaks y velero me parecen algo fuera de serie.
Río de la Plata 
En este ultimo tiempo se vienen dando cosas muy extrañas, pero están pasando, mis Marías están viniendo a navegar,…… será que están más grandes?, en algún momento salíamos con los barcos del club, ahora en el Bagual, nuestro nuevo velero,  chiquito, muy chiquito pero nuestro, capaz de viajar a casi cualquier lado, ellas pueden ir durmiendo en él, etc, etc …
Agus por otra parte me acompaña en las salidas a remar y … hasta en el último fin de semana remábamos los dos más rápido que Adalberto, que rema hace tiempo y fue quien integró el grupo.
Salida de fin de semana
Pero no me quiero ir del tema de la salida por primera vez en solitario en el Bagual, salí de casa con un tiempo lluvioso y tormentoso para el club, dudando si realmente debía o no ir. Llegue al club alrededor del mediodía, dado que dudaba mucho en salir y como era la primera vez en tanto tiempo, la verdad que me daba cosa, no se de que e justificada,  pero lo concreto es que me costaba llegarme al Bagual.
Por otra parte desde que lo compramos di mil vueltas pero nunca lo había sacado a navegar a vela, solo me dedique a revisar todo el barco y controlar todas las cosas posibles e imaginables de manera casi automática.
Todavía no tenia el motor en condiciones, ya que quería llevarlo a Maritécnica, que tan bien me mantenía el fuera de borda que tenia en el Duende y como siempre ando con poco tiempo tenía el motor acostado en la cocina de casa, guardadito por casi un mes …
Así es que sin ningún sentimiento de confianza seria, de encontrarme a mi mismo … o que se yo, salí de casa, por suerte me fui en auto, así que iba mas cómodo. Esto de ir en auto de vez en cuando me esta aburguesando, debería dejarme de joder e ir siempre en bici como lo hacia antes y así me sentiría mas entero.
La cuestión es que llegue al Bagualito como a eso de las 13:00 hs., soplaba lindo cuando me subí a la lancha, tambíen se sentía arriba del barco en la amarra… me subió la sangre y contento empecé a buscar las velas y las escotas, que tanto había revisado, ahora era el momento de usarlas.
Me asombró lo sencillo que era todo, lo chiquito, lo simple y cómodo, era increíble que en un ratito tenia el barco armado, la verdad que me sentía bárbaro, aunque debo reconocer que si bien al barco se lo ve sólido, no puedo dejar de asombrarme como se mueve algunas veces la cubierta por donde camino, …………..habrá que hacer algo con eso.
Puse la genoa, la otra vela que tenia, un tormentín, me pareció demasiado chica,…. subí la mayor  como si fuera un juguete,  lo saqué al Bagual de la amarra ciñendo, el timón respondió de una manera fantástica, es tan distinto al del Duende, no porque fuese mejor ni peor, si no por el tiempo que significaba cada virada, con el Duende había que calcular el espacio y tiempo para ejecutar la maniobra antes de empezar.
El barco por momentos se quedaba sin viento, de golpe cargaba todo, escoraba lindo y salía para adelante, en una de esas viradas veo que pasé muy mal las escotas, así que entre virada y virada las acomodé soltando el timón y mantuvo bien el rumbo….. bien por la primera del Bagualito!!!!
 Navegando
Así es que llegue después de unos cuantos bordes a la escollera de San Isidro y de ahí … para el sur, hasta Dársena Norte, como siempre lo hice con todos mis veleros en mis salidas anteriores, en algún caso cancelaba la salida y pegaba la vuelta un poco más cerca, pero ese es mi derrotero habitual. Lejos del apelotonamiento de barcos, a uno le da tiempo para acomodar sus pensamientos y después … la cabeza, como para entrar en sintonía con todo.
El andar se hizo vertiginoso, el timón empezó a molestar, con lo cual, conecté el timón automático y cambié la G2, o es lo que parece ser, por el tormentín que vino con el barco. El cambio fue rápido, aunque un poco molesto por la ola y «la falta de las delfineras en proa», me parece increíble que en una cubierta tan chica no usen delfineras, no solo porque se pueden caer las velas al agua si no por propia seguridad, mas allá de la línea de vida y todo eso.
El timón se tranquilizo y veo que el barco tiene un muy buen andar, pero noto algo que no me gustó, este barco no tiene vang !!!, entonces usé un truco que no es fantástico pero sirve, corro todo el traveller a la banda y entonces el punto de escota de la mayor comienza a tirar mejor,………..algo ayuda.
Así es que llegue en alrededor de una hora a hora y media a Dársena Norte, en realidad a la boca del puerto norte … me entretuve bastante sacando algunas fotos pero por sobre todo viendo como se comportaba con esa puta ola que hay en Dársena cuando sopla con ganas.
Hasta el momento estaba asombrado lo bien que se comportaba aun con olas muy importantes, el timón, el casco en lo que se refiere a como tomaba las olas y por ultimo lo seco que era en esas condiciones.
Cuando viro, veo algo que no me gustó, el viento cuando iba para allá daba muestras de querer rotar, de hecho era un viento del este que fue girando hasta ponerse del norte !!!
Me agarre la cabeza y me dije «… no puedo hacer otra cosa que pegar la vuelta». Por momentos la rotación del viento rolaba unos 30 a 40 grados … el barco orzaba más y hacia mejor proa. Soplaba por momentos más y en eso … el Bagual me entra a conversar, ya lo había hecho otras veces cuando acomode las cosas, pero esta vez su voz era mas nítida y clara, me decía : «pone mas trapo», a lo que le contestaba, «hermano llevas 20 grados de escora !!», y otra vez … «pone mas trapo y tomate unos mates adentro, tranquilo«, después de 20 minutos de tanta insistencia, le hice caso …
El Bagualito arrancó, ahora si que topeteaba las olas y si bien escoraba unos 5 grados mas ..andaba que era una belleza !!!
Sobre el oeste había unas nubes feas, con colores tirando al violeta, en forma de cúmulos bajos en línea, no me gustaba nada, así que automáticamente le digo … hermano ya entendí que andas bien con esto pero si nos golpea eso la vamos a pasar mal, así que otra vez tormentín en proa.Al rato volvía a caer el viento … después subía más y más hasta colocarlo al Bagualito a 25 grados de escora con este trapito diminuto, pero…….. como caminaba y respondía !!
Eran cerca de las 4 y media de la tarde y veo que no llego a tiempo a casa, habiamos quedado con Belén y las chicas ir a un cumpleaños… y entre que decidí o no llamarla suena el teléfono, la conversación fue simple donde estás»…..»frente a Olivos, estimo llegar en dos horas»……….»me voy al cumpleaños, chau» … de estas conversaciones tuve unas cuantas en tiempos pasados, que se yo,……..es así.
Me puteaba a mi mismo por no haber previsto el enroque del viento, pero no me quedaba otra, tampoco podía meter motor cuando calmaba … con lo cual me comía unas calmas chichas eternas y por momentos otra vez … tormentín y mayor … para volar sobre el agua. A medida que avanzaba el tiempo me admiraba como con la poca brisa que había el trotercito caminaba en distancia pero las calmas eran más prolongadas y ya estaba mirando con cariño el ancla para no ir para atrás por la corriente.
Martín Estern en el Bagual
Pero tenia que llegar … y me tome el tiempo que hiciera falta para disfrutar de lo que estaba pasando, muy tranquilo saque el mate que me había sido imposible de cebar por los bandazos de las horas anteriores y … bien abrigado, trabajando el piloto automático, llamado «vacío», tal cual se llamaba el del Duende, el solito llevaba el barco.
Puse algo de música, más para que me hiciera compañía que otra cosa, es lindo tener una radio decente a bordo, podía inclusive escuchar claramente alguna buena música, pero que les pasa a las emisoras que pasan toda música de boliche !!! . Terminados los mates, llegó la hora del baño, con lo cual, colgado del popel me dedique a marcar el sendero de agua trazado y tomar posición de las luces que se veían tan lejos, a diferencia del kayak, en realidad no era ni lejos … ni cerca, otra perpectiva.
El viento comienza a volver, pero por cuanto tiempo?, veo que los feos nubarrones del este se disolvieron y perdí camino por ser previsor, con lo cual, otra vez la genoita arriba, ya por quinta vez tenia que cambiar la vela de proa. El barco entra a caminar, escora lindo … al cancé a un barco que tenia en proa, en eso veo que ellos gradúan la velocidad con el motor, igual me mantenía firme atrás de ellos.
Puse la ecosonda y en eso … veo 13 pies al fondo !!!, Dios mío !!!, pero estoy lejos de la costa y cerca de donde debería haber agua, ahora la pregunta es donde hay agua ? Este barquito cala una nada, un metro, un chiste, pero que cosa … veo que se embancó tanto el canal Costanero como los lugares donde remo, dado que debo modificar mis salidas todo el tiempo por este tema, cosa que hace cuatro años atrás ………..casi nunca.
Deben ser los 40 cm de calado que se agregaron en estos 4 años ?, que pregunta !!!, basada únicamente en cuanto subieron los bancos, medido a ojímetro.
Atardecer en el Río de la Plata
No reconozco claramente las luces, son cerca de las 20 hs. y veo que estoy ahí … ahí de entrar, que distinto estar mas bajo en el agua, me cuesta … el viento baja … la corriente entra a bajar como loco … me equivoco, y no me da para entrar……..puta madre !!
Viro para afuera, hago un tranco y consigo entrar con las gotas de viento que quedan … que por suerte me ayudan a entrar a San Isidro, pero como no podía ser menos, el poco, insignificante viento que tenia, era de proa …. vuelvo a virar, trato de aprovechar los bordes al máximo, pero en eso me quedo sin viento, el barco no vira y toco el fondo contra los juncos.
Esto me pasa por jugar tan finito …saco el bichero, viro la proa del barco y voy a la popa, empujando con el bichero nuevamente el fondo y lo saco de la varadura en un abrir y cerrar de ojos.
Aumenta un poco el viento y entro navegando, ahora con viento de popa … hasta llegar a la amarra. Cuando estoy llegando veo que me sacaron mi amarra, así que tomo la siguiente libre.  

Son las 20:00 hs., llegué feliz a casa de lo marinero que es nuestro nuevo velero, Bagual, nos esperan muchas navegadas!!!
Martín Stern

Cabo de hornos y ventisqueros

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba
error: